1.- Tono ideal
Debes buscar uno que sea por lo menos dos tonos más oscuros que el color de tu piel, ya que la idea es que luzcas con un poco de color pero de una manera muy sutil.
2.- Limpia tu piel
Es muy importante que que tu rostro esté perfectamente libre de maquillaje e impurezas, de esta manera el maquillaje quedará mejor adherido y el resultado será muy natural.
3.- No olvides la base
Este es un excelente aliado para que el polvo bronceador resalte un poco más. Los expertos en maquillaje recomiendan usar un tono de base más oscuro.
4.- Recurre a una brocha
Para que haya una mejor distribución del polvo y sobre todo lo puedas aplicar de manera pareja, una brocha mediana se convierte en tu mejor opción.
5.- Polvo translúcido
Más que nada este servirá como sellador para que tu rostro luzca mate y sin brillo.
Por último, nuestro consejo es que sólo apliques polvo bronceador en zonas como frente, mejillas y pómulos, para que tampoco luzcas extremadamente bronceada.